martes, septiembre 18, 2007

CAMINO DE SANTIAGO (2ª PARTE)


LA HISTORIA

LAS AVENTURAS Y DESVENTURAS DE DOS PILGRIM

Magnífica despedida, mis padres, Mónica, Imma y Corpus para decir adiós a las dos peregrinas.
Yo, histérica, como todos los momentos antes de un viaje, para variar llegamos con la hora pegada, pero gracias a dios nos dieron la gran noticia de que el autobús se había estropeado y que había que esperar cerca de una hora mas...
Perfecto para relajarnos, cargar el móvil en la cafetería y empezar con más tranquilidad.

Sinceramente el viaje no se me hizo tan largo como parecía (8 horas! :0), hicimos una parada, me tomé una biodramina para el mareo que me dejó un poco agilipollada y me dio un punto de risa floja que me acompañó ya todo el camino, pobre gente, no la dejé dormir mucho. Toda la noche viajando y sin pegar ojo... cualquier cosa menos dormir.

A las 6.00 a.m. llegamos a la estación de Pamplona, más bien en la calle ya que aún no estaba abierta, así que nos fuimos a hacer una visita turística por Pamplona y matar el tiempo.
Regresamos, desayunamos en la cafetería de la estación y a las 9.30 cogimos el autobús para Roncesvalles. Comienza la aventura!!

Pues sí, muy bonito todo aquello, pero de entrada un poco decepcionante ya que nos dio la impresión de muy turístico, nada más llegar nos sacaron los ojos por dos zumos.
El albergue era enorme pero después de darnos las credenciales nos dijeron que teníamos que esperar a que llegasen los Peregrinos de Francia y no sabían si quedarían habitaciones libres, así que ante la duda nos fuimos a Burguete, el pueblecito de al lado, pero a una casa rural.
Llegamos a lo que sería nuestro primer trayecto del Camino, increíblemente bonito y todo el tiempo ha continuado así, ahí entendí lo que la gente comenta de que es la parte más pura del Camino.

Bueno la verdad es que llegamos un tanto cansadas y sin pegar ojo pero la buena mujer de la casa rural nos mandó a hacer puñetas hasta las 4 de la tarde,
Nos fuimos a un bar donde tomar algo y matar el tiempo. Acabamos medio tumbadas jugando a las cartas.
Volvimos una hora antes de lo previsto, pero ya no podíamos mas...
Nos esperaba una hermosa habitación con dos hermosas camas, pero decidimos no dormir. Nos duchamos, organizamos y subimos otra vez a Roncesvalles a cenarnos nuestro primer menú del peregrino.

Así que caminito para arriba y a esperar a base de pacharanes a las 8.30 para cenar. En la espera conocimos a 3 valencianos, a Encarni le recordó un montón a su viaje con Mónica. En valenciano claro, porque a Encarni se lo huelen, nos explicaron algunas cosillas,
Derrepente comenzó la tormenta del siglo, increíble el agua que caía y teníamos que volver por el caminito a Burguete!
Los valencianos nos dieron los teléfonos de taxis pero no pudimos contactar, nos saltaban los contestadores,
Finalmente llegó la hora de la cena, nos sentaron separadas en unas mesas grandes y redondas. Encarni con los valencianos, una pareja de vascos y demás. Yo en la mía conocí a un Pamplonica que se había encontrado con una japonesa, encantadores los dos. La japo se estaba haciendo el Camino entero, con un poco de inglés y con dos cojones!
Terminamos de cenar y seguía la tormenta, quizá un poco menos, pero tormenta. Y allá que fuimos, sorteando charcos y ranitas llegamos empapadísimas y sin un gramo más de fuerzas, ya tocaba dormir, caímos redondas.

WAKU WAKU DAY hayas, abedules, robles y pinos

Nos levantamos a las 6, está diluviando, me pongo bolsas del Carrefour en los pies. Cogemos el Camino y enseguida deja de llover pero bajo un cielo amenazante. El paisaje es alucinante. Curiosamente descubrimos que aunque no llovía en los claros sí lo hacía en los bosquecillos, fenómeno que no hemos sido capaces de interpretar :P
Llegamos a Lintzoain donde estaba plagado de ovejas, había un concierto de baladas ovejiles que no pudimos resistirnos a grabarlo. (Véase en Concierto en BE menor), inmediatamente apareció un señor de la nada intentando vendernos bastones con mucha gracia comercial e intachable performance. Yo estaba decidida en comprarlo, el terreno fangoso lo pedía a gritos. Ya tengo bastón. En el mismo pueblo nos paramos en un pabellón de pelota vasca a hacernos unos bocatash que compartimos con unos perricos del barrio. Por el camino apareció un gran rebaño de ovejas raras con cuernos retorcidos y patas muy finas, algunas rotas.
A la salida del pueblo descubrimos unas cuantas vacas rubias? en un corral. Ya casi llegando nos empezó a diluviar, al medio día llegamos al puente de Zubiri, grann bajada, todavía no sabía que me iba a costar una rodilla...
Llegamos y encontramos el albergue municipal vacío, llegamos las primeras!!! :D
Allí no había ni dios, así que dejamos los trastos y nos fuimos a comer un menú de peregrino.

Tarde deportiva:

Terminamos de comer y nos fuimos a la barra a tomarnos un pacharan y demás mientras disfrutábamos de las tres horas de la final (Nadal vs Federer) del Roland Garos. Por supuesto ganó Nadal :) CAMPEÓN!!!
Regresamos al albergue ya repleto de gente. Para hacer un poco más de tiempo, regresamos al bar con un grupo de gente, tomamos unas cervezas con unos chicos que estaban haciendo el Camino en bici de L'ollería. Encarni, claro en su salsa dándole al valenciano, tiene imán.
Estuvimos viendo la F1. Gana Hamilton, de Alonso en este caso mejor ni hablar...
Volvimos al albergue, nos quedamos un rato hablando y nos acostamos con los tapones para los oídos bien apretaossss.
Llegamos un poco tarde con lo que nos libramos de pagar.
Encarni no puede pegar ojo y se encuentra con unos tipos un tanto extraños en el baño, oímos el crujir de una cama.... que harían??

LA PENITENCIA

A las 6 de la mañana suena el gallo de mi móvil, el cual tenía que apagar Encarni, ya que yo estaba en la parte de arriba de la litera, pero los tapones antirronquidos se lo impidieron. Yo lo oía pero no podía apagarlo. Aquello seguía sonando y pude ver horrorizada como la gente empezaba a levantarse tipo vídeo Thriller de Michael Jackson. Finalmente lo apagó, menos mal.
Estiramos y sobre la siete nos fuimos, Al poco tiempo descubrí que la rodilla derecha me mordía mucho, supe que algo no iba bien.
Según avanzaba el Camino, igual de bonito que el anterior, el dolor se agrababa. Empecé a cojear e ir muy despacito... pobre Encarni. Y pobre de mi... Habían babosas como puños y también nos perseguía un río a lo largo del Camino.
Paramos en Villaba, pueblo de Indurain a comer y comprarme antiinflamatorios. Llegamos a Pamplona a rastras y nos dirigimos al primer albergue que nos encontramos que se llamaba Padernborn, regentado por Alemanes que no tenían ni papa de español. Decidimos visitar el segundo albergue de monjas situado en el pueblo antiguo amurallado.
Encarni, muy sumisa ella pidió alojamiento para dos humildes peregrinas, pero ya algo nos olía mal. Nos instalaron en una habitación de 6 metros cuadrados con cuatro claustofóbicas literas. Cuando subíamos por las escaleras nos abordó un tipo un tanto zumbao. Encarni se fue a indagar por su cuenta y se encontró con la mujer del zumbado. La verdad es que estaba lleno el albergue de personajes extraños y un tanto dantescos, mientras yo me ponía mal cuerpo viendo los carteles de prohibición de TODO. Encarni descubrió que NO HABÍA LAVADORA! ya no nos quedaba ropa limpia...
La humilde peregrina bajó como alma que lleva al diablo y puso a la monja firme porque no tenía lavadora.... jajajja creo que fue una de las mejores escenas del Camino.
Ante tanto cúmulo de adversidades decidimos volver a Padernborn. Teníamos que darnos prisa, ya me lo había advertido el dueño. Nos indicaron mal y dimos mil vueltas, yo ya no podía dar un paso mas y Encarni se adelantó, mientras yo esperé sentada en la calle. Ya estaba completo y al monasterio no podíamos volver... situación muy chunga.
Yo seguí sentada mientras Encarni se marchó a buscar alojamiento. Encontró a un policía encantador, que le dio un par de buenos consejos. Después de darse unas cuantas carreras porque ya eran las 8, consiguió un hostal en pleno centro.. Después de dejar los bártulos vino a mi rescate. Nos dirigimos al hostal y después de subir unas laargas y altas escaleras (o a mi me lo parecieron) ambientación tipo "lo que el viento se llevó" descansamos por fin en una cómoda habitación de época. Increíblemente en la lavandería (porque en el hostal tampoco lavaban) estaba cerrada por descanso. No tenemos ropaaa!!! Bajamos a la calle para cenar y nos encontramos al superpoli que había ayudado antes a Encarni. Nos indicó la zona y el mejor bar de pinchos de Pamplona, el Gautxo.
Cuando íbamos para allá decidí buscar una farmacia de guardia para comprar una rodillera porque ya no podía dar un paso más. Nos dirijimos a la plaza Mayor y le preguntamos a una señora que estaba en un banco. Nos indicó una que estaba un tanto lejos. En el momento de marcharnos nos llamó una mujer que estaba sentada a su lado. Había escuchado la conversación y nos indicó una que estaba todavía más cerca. Cuando empezamos a seguir sus indicaciones, nos alcanzó con su pareja, decidieron acompañarnos. Fue nuestro primer encuentro con Ángeles. Resulta difícil aglutinar tanto altruismo y tanta belleza interna y externa, despedía algo especial, desde luego hoy puedo decir que si finalmente pude hacer el Camino fue gracias a ella. Era una chica morena de pelo corto y ojos grandes y azules llenos de energía y bondad.
Curiosamente ella había pasado mi misma situación y me indicó cómo solucionarlo, yo por supuesto la creí al instante. Simplemente con llevar dos bastones y la rodillera se me curaría por el Camino, y el reposo de las tendinitis? La cuestión es que me trasmitió una seguridad y un ánimo increíbles, yo ya sinceramente no me quedaban esperanzas. Ojala algún día leas esto, eres mi ANGEL del Camino.
Nos despedimos de ellos al llegar a la farmacia. Encarni y yo estábamos alucinadas de las personas que acabábamos de conocer. A contra-reloj porque ya casi eran las 10 me compré la rodillera e inmediatamente todo mejoró. El encontrar un bastón a esas horas estaba más complicado. Pero El corte Inglés lo teníamos al lado ya apunto de cerrar. Nos medio colamos y corriendo subimos a la quinta planta por las escaleras donde nada mas llegar nos dimos con ellos. Habían bastones en el Corte Ingles! Dios existe! Me resulta difícil expresar lo feliz que me sentía, ya tenía la seguridad de que podría continuar.
Preguntamos a una Argentina cómo llegar al Gautxo. Resultó ser encantadora también. Nos acompañó hasta la puerta escuchando por el camino todas nuestras aventuras y desventuras.
Ya allí felices y relajadas nos tomamos unos vinos y unos pinchos que nos supieron a gloria. Allá a las 12 nos fuimos por fin a dormir...

EL CALVARIO

Amanecimos en Plampona y comenzamos a atravesarla. Nos paramos a desayunar en el bar, seguimos sin tostadas pero por fin un café con leche. Me compré la concha que me acompaña.
Nos adentramos, nos habían hablado de subidas y bajadas pero no teníamos ni idea de los que nos esperaba... los dos bastones me fueron de maravilla, me encontraba muy segura, la rodilla me dolía menos y sentí que la chica del día anterior tenía razón. Se me iba a curar por el Camino.
Comenzamos una cuesta arriba preciosa pero interminable, El Monte del Perdón, la montaña no se acababa nunca y hacía mucho calor, demasiado para primavera.
Estuvimos más de 3 horas subiendo, mi rodilla lo soportó bien pero llegamos reventadas. El calvario no había hecho más que empezar. Comenzamos a bajar la montaña por un camino de enormes piedras muy inclinado y que nunca se acababa.
Sufrí mucho, yo, mi rodilla y la desesperación de lo despacito que no me quedaba más remedio que bajar. Se me sumó la planta de los pies, una suela poco preparada para tanta piedra. Me ardían, me palpitaban, ya ni en llano dejaban de dolerme.
Por fin llegamos a un jodido pueblo con una cafetería/albergue al que no te quedaba más remedio que entrar. Todo el mundo llegaba exhausto y hambriento, con mucha necesidad de comer algo.
La dueña del local resultó ser una aprovechada oportunista de los pobres peregrinos que no les quedaba más opción que quedarse y tomar algo, cobrando el menú del peregrino a 12€!!
Ofendidas porque nos parecía un insulto llamar menú de peregrino a un menú de 12€, pedimos un plato de pasta que acabaron terminándoselo los gatos. Aún nos quedaban 7 km.
Nos fuimos. El Camino mejoró, yo ya andaba con chanclas, atravesamos varios pueblos y nos quedamos en uno. El pueblo se llamaba Obanos. Nos sentamos en un banco de la plaza para descansar un poco, estábamos bastante reventadas, el día estaba siendo demasiado largo y duro. Mientras yo bebía agua de una, Encarni le preguntó a una señora por una fuente, empezaron a hablar y acabamos contándole todas nuestras penurias del Camino, entre ellas el tema de que nadie tenía lavadora en los albergues. Nos comentó que en el mismo pueblo había un albergue, pero tampoco tenía lavadora...
Ya no teníamos nada limpio y se ofreció a lavarnos la ropa en su casa. Sólo con eso ya tuvimos suficiente para no llegar a Puente la Reina y quedarnos en Obanos. Mercedes que así se llamaba, nos llevó al albergue, nos dijo que el dueño era muy serio y no le faltaba razón (cambia el talante colegaaaaa que me voy a meter en la web de albergues y voy a opinaaarrrr!!!! ;D). El sitio era precioso, todo de madera, típico de peregrinos aunque eramos las únicas españolas. Encarni acompañó a Mercedes con la ropa sucia a su casa mientras yo me duchaba.
La casa de Mercedes era increíble, por fuera y por dentro. Encarni bajó a ducharse pero se le acabó el agua caliente. Se había acabado el gas.
Fui a buscar al tan simpático dueño y me dijo que esperase de 5 a 10 minutos, que al final se convirtieron en media hora. Se nos adelantó Mercedes y nos trajo la ropa limpita al albergue, que cielo.
Descubrimos que en un bar del pueblo tenían menú del peregrino. Lo servían a las 8. El albergue cerraba las puertas a las 10 así que después de dar una vuelta por el pueblo, que a Encarni le encantó nos fuimos a cenar. Fue la mejor cena de pueblo. Nos sacaron un pucherazo con sopa de pescado bien contundente, luego una fuente enorme de cordero y otra de pescado en salsa, nos pusimos ciegas. Entre el vino y el pacharán nos fuimos más contentas que unas pascuas al albergue a las 10. Llegamos las últimas, ya estaba todo el mundo durmiendo, pero nosotras fuimos incapaces tan pronto, así que cogimos las linternas y nos fuimos a un patio que había a escribir este diario de ruta. Nos acabamos acostando sobre las 12.30. Noche de mucho calor.

UN DIA DIFERENTE
(Rollo Almodóvar)

Nos despertamos a las 6, nosotras y todo el resto del albergue y nos fuimos a desayunar al único bar que había abierto a esas horas. Nos pusieron tostadas a lo bestia, por fin!!
Nos pusimos en camino. Todo iba bien hasta que noté un nuevo pinchazo en la rodilla. Éste era diferente, un latigazo, como un pinzamiento que me inmovilizaba, el camino era muy irregular y me inestabilizaba la rodilla, de nuevo kilómetros y kilómetros de cantos enormes..
Llegamos a Lorca para comer algo, aún nos quedaban 7 kilómetros pero mi rodilla estaba machacada.
Ante la situación a Encarni se le ocurrió optar por una nueva ruta alternativa y quedarnos aquel día ya allí. El sitio donde estabamos en ese momento comiendo algo era un albergue muy pintoresco con un dueño igual de pintoresco. Justo en frente tenía la competencia, nos estuvo contando anécdotas de piques entre los dos. Mientras nos comíamos unos bocatas de jamón que nos preparó José Ramón, pasaban peregrinos por la puerta del bar. Jose Ramón se "abalanzaba" sobre ellos con tal de que no se fuesen al albergue de enfrente, nosotras mientras mirábamos atónitas la escena. Al final consiguió meter a 8 personas en su albergue, bueno a 10 ya que después de 3 horas de dudas, nos convencimos la una a la otra de que lo mejor era quedarse en Lorca. José Ramón nos sube las mochilas a la habitación, después de comernos un helado subimos a acomodarnos y ducharnos.
Después de lavar la ropa a mano, bajamos a tenderla en un tenderete situado en mitad de la calle, tendimos de todo, camisetas, calcetines, bragas... la escena era totalmente Almodovar, Betty empezó a sacudir con saña la ropa mojada, parecía Pe Cruz en su papel de "Volver" con el moño recogido y la falda "arremangá" :D
mientras yo claro, me partía el culo y plasmaba la escena con la cámara.
José Ramón nos propuso cenar todos juntos en el bar, pero ¿quién se encargaba de hacer la cena? Todos pusieron algún ingrediente. Unos los spaguetti y el tomate casero de bote, otros los canónigos y el tomate para la ensalada, etc. Yo me encargué de hacer algunas compras en la última casa del pueblo, donde me atendió un vecino muy majo, Juan.
Mientras Betty se encargaba de echar los spaguetti al agua y darles el punto al dente. Menudas peazo 7 ensaladas y platos de spaguetti con tomate que nos salieron en un ratico de nada, estaba todo buenísimo la verdad y tanto los 2 alemanes como 2 escoceses, JR y nosotras dejamos los platos limpios, nos felicitaron a las dos marujis.
Después de la cena pedimos un pacharán de la cosecha del pueblo, estaba de cojones, nada que ver con el resto de pacharanes.
Echamos unas risas en la puerta de la calle, finalmente nos despedimos de JR (personaje curioso) y nos fuimos a la litera,

14-06-2007
SOCIEDAD DE ALCOHOLICAS

A la mañana siguiente partimos de camino de "Castillo de Monjardin", nada más salir de Lorca, justo al final del pueblo, paramos a tomar café de máquina en el super de Juan, apareció su padre a darnos los buenos días, fue curioso ver la mata de pelo del hombre, a diferencia del hijo que andaba algo calvo. De pronto llegó una manada de 4 o 5 perrillos, venían de pasear con su dueña, eran muy mimosos, estuvimos un rato achuchándoles y después partimos.
Este día tuvimos muy buen Camino, el paisaje agradable y bonito, Betty contenta con su rodilla, pues iba respondiendo bastante bien al terreno del camino. 2,5 km después llegamos a Villatuerta (anécdota curiosa 16 km antes, ya que encontramos un pilón torcido anunciando el pueblo). Pasamos el pueblo sin entretenernos, a lo largo del recorrido disfrutamos de campos verdes y floridos de amapolas, que salpicaban de alegría los enormes campos de trigo y cereales, cubriéndolos como un manto de seda roja.
Camino a Estella pudimos ver caballos y machos (que no son hombres sino una mezcla de burro y caballo, dóciles y fuertes para tareas del campo).
A 2 km del pueblo empezamos a notar un ligero olorcillo a mierda, pensábamos que provenía de los campos de caballos, pronto supimos que no se trataba de eso ya que cuanto más nos alejábamos de ellos más profundo y penetrante era el olor. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo psicológico-nasal para no caer desvanecidas ante tal peste. Posteriormente averiguamos que el pueblo estaba rodeado de fábricas (alcoholería, matadero y depuradora). Ya una vez en el pueblo el olor se fue minimizando aunque no desapareció hasta que decidimos salir de allí. Mientras nos alejábamos de la "Estela de peste". Valoramos positivamente la decisión de haber pasado la noche anterior en Lorca.
Un ratito después nos topamos con una fuente distinta a las demás, de su grifo salía un chorrito oscuro, se trataba de la fuente del vino, de Irache, que invitaba a los peregrinos a hacer un alto en el camino. Como buenas peregrinas echamos unos tragos acompañados de un "buen queso" (El Caserío).
Después de repostar, reposar y rellenar la cantimplora, nos pusimos de nuevo en camino. Bien contentillas entramos en el monasterio de Irache, románico edificio donde dimos gracias por el milagro acontecido :D
7 km después llegamos al siguiente pueblo, Azqueta, con la intención de parar a comer y descansar. En ese pueblo no habían más que cuatro casas y una asociación de vecinos.... al salir del pueblucho decidimos sentarnos en medio del Camino y comer lo poco que nos quedaba (un cacho pan y chorizo). Continuamos 2 km más hasta llegar a Villamayor de Monjardin, durante el trayecto empezó a chispear una ligera y agradable lluvia que nos acompañó hasta el pueblo, una vez allí, empezó a llover a cántaros. Decidimos pasar la noche en el albergue de arriba, gestionado por holandeses. Al entrar no había nadie, nosotras mismas nos instalamos, el lugar tenía su encanto particular y un toque de gusto holandés. Como siempre había un 80% de extranjeros y un 20% de españoles, esto nos acompañó durante todo el camino.
Fuimos a comer algo al único bar del pueblo, ya era muy tarde para un plato caliente, pero la señora nos hizo dos bocatas requetebuenos de jamón serrano, queso y tomate a rodajas y de postre dos buenos carajillos. Después pasamos allí parte de la tarde, el tabaco se iba consumiendo y en todo el pueblo no había donde comprar. Dos señores (peregrinos) se ofrecieron a ir con su coche hasta otro pueblo y traernos el tabaco. Nosotras nos marchamos al albergue encantadas, después de ducharnos aparecieron con el tabaco, les dimos mil gracias y nos despedimos ya que ellos marchaban a Logroño.
A las 19.30 regresamos al bar para cenar el menú del peregrino. La señora y su hija, Ana, nos sirvieron unas ensaladas tremendas y unos buenos platos de estofado de ternera, comimos junto a 10 personas más, todos extranjeros que rebañaban los platos con el pan que daba gusto.
Después de llenar nuestros cuerpecitos de comida, nos fuimos un poco más allá, a la BARRA, donde tomamos un buen y gran vaso de pacharán.
Las dueñas eran madre e hija, esta última, Ana, destacaba por poseer una ligera y confusa barriguita de embarazada?. Pasamos toda la noche allí con ellas, nos contaron las típicas anécdotas del pueblo, los piques entre vecinos e incluso algunas confesiones personales. Entre conversación y conversación, entre trago y trago, pudimos averiguar que la sospechosa barriga no tenía que ver con un embarazo, sino que más bien se trataba de una razón genética y de una tendencia a engordar esa parte del cuerpo. Nos gustó y sorprendió salir de la duda.
Nos marchamos a dormir tranquilas. Ya eran las 22.00, hora anunciada para el cierre del albergue. Nos quedamos charlando, fumando y bebiéndonos el vino recargado de Irache en el umbral de la puerta, esperando al hostelero que cerrara la puerta.
No apareció nadie , y pasamos un buen rato allí riendo de cualquier cosa, esa noche nos fuimos borrachuzas a dormir.

Tremenda mala nochecita! Encarni se bajó sobre las 2 porque no podía dormir del calor, bajó a tomar el fresco y descubrió que no habían cerrado la puerta del albergue, cosa que al final no harían en toda la noche. Yo a las 3 me desperté por el calor también y por miedo a caerme de la litera y a que no había ninguna barra, el colchón estaba plastificado y el saco de dormir patinaba en él. No volví a dormirme.

Al día siguiente estabamos hechas unos zorros, pero tuvimos la suerte de que el camino era de los más "amables".
Nos levantamos y nos fuimos a desayunar un hermoso café con leche en vaso como los de casa, y unas madalenicas, no había más opción.
Nos preparó para el camino unos estupendos bocatas como los del día anterior ya que nos esperaba un laaaargo, llano y tedioso camino sin nada, ni una fuente en 12 km hasta llegar a Los Arcos.
Agradecí que fuese un camino tan llano ya que empecé cansada y dolorida, toda yo y mi rodilla.
Amapolas, trigo, cereales, viñas, amapolas, trigo, cereales, viñas,,,, clock, clock, clock... (mis palos contra el suelo) en fin, que llegamos a una llanura de césped, con un pinar de fondo y unas rocas para sentarse que lo convertían en una parada obligatoria. Nos sentamos a comernos el bocata mientras iban llegando otros grupos, mayores y jóvenes de alemanes la mar de antipaticos, a repostar también. Continuamos y al poco tiempo llegamos a Los Arcos, si subiésemos sabido que estaba tan cerca... Nos tomamos una cerveza en la plaza del pueblo y aireamos los pies, al ratito estábamos en marcha de nuevo dirección Torres del Rio, unos 8 km más.
Después de acabar un camino destacado por su sinsustancia llegamos al pueblo. Vimos la señalización del albergue y subimos, subimos, subimos,,,,,Al final dimos con él, sí, en la puta cima de la montañita, para rematar nos dijo la dueña que quedaban 3 camas, pero al entrar nos encontramos con que nos habían adelantado una pareja muy agradable de abuelitos alemanes (joputas) con los que llevábamos coincidiendo todo el camino. En ese momento los odié. Sólo quedaba una cama. La que estaba apuntando las entradas, al ver que eramos españolas quiso darnos un trato "preferencial". Derrepente desapareció y volvió diciendo que había dado con dos camas, en fin, lo agradecimos mucho la verdad. Era una habitación con 6 literas llenas de Alemanes muy monos e igualmente antipáticos y desconsiderados. Supongo que no les hizo mucha gracia pensar que unos ligues alemanes que venían detrás les tocaría dormir en colchonetas a la intemperie,,, hehehe... así es la vida.
Por primera vez nos tumbamos un ratito al llegar por la tarde, estábamos machacadas y somnolientas, nos quedamos fritas inmediatamente, pero sólo un cuarto de hora. Este albergue era como la casa de Gran Hermano, con su cocina, comedor, habitaciones, zona de lavado de ropa, máquinas de comidas, bebidas, de todo, y todos allí metidos ya que no había NADA en el pueblo. Nos duchamos. Encarni tuvo algún roce que otro con alguna alemana capulla. Nos encontramos con nuestras amigas las gallegas, que eran Coca y dos amigas más, una de ellas lesionada por primer día de la rodilla también, que drama! :P
Estuvimos pasando el rato y hablando con la Mari, dueña del albergue, un punto de mujer. Se paseaba por todo el albergue entre señales de No Fumar con el cigarro en la boca. Comentó que el día anterior se habían encontrado un peregrino muerto al lado de un riachuelo, hay que ver con los deportes de riesgo...
Le pedimos que nos sacara una tortilla de patata, un cocido madrileño, unas alcachofas con jamón y una botella de vino, cena ligerita para irnos a dormir :D
mientras, me conectaba y reservaba los billetes para volver, volvían a sólo quedar 3 plaza, just in time!
La Mari nos cogió la comidita que le acabábamos de comprar y como una buena mami nos la calentó toda en el microondas.
Cenamos con las gallegas y nos salimos al patio a terminarnos el vino, al rato se acostaron, y allí que nos quedamos las últimas como siempre Encarni y yo escribiendo y leyendo. Bajó un alemán a lavarse los dientes y nos hizo el gesto de que nos fuésemos a dormir ya, pero que se habrán creído? Les molestaría la luz? Se ve que sí porque cuando subimos nos encontramos en el patio de arriba a dos enrollaos...
Nos despertamos como unas rosas, descansadas y sin dolores, eso sí, gracias a la luz que muy consideradamente acababan de encender y a su "agradable" tono de voz. Desayunamos un bollo y café de máquina y nos pusimos en camino, último día!!!!
El camino no estuvo mal, teníamos 22 km por recorrer. Llegamos a Viana donde hicimos el alto del camino de rigor. Visitamos la catedral y almorzamos en un bar. Continuamos y por fin llegamos a Logroño. Allá a las 5.30. El albergue estaba muy chulo, grande, bonito. El que lo llevaba tenía pinta de chulo portero de discoteca frustrao, nos comentaron que al rato estaba a leches con un tío por una historia de una credencial... Nos fuimos a ver Logroño.
Paseamos por el centro, compramos alguna cosa, nos metimos en una boda y nos comimos un helado más grande que nosotras.
Allá a las 8 nos fuimos a la calle Laurel, con sus bares muy típicos y con mucha solera de pinchos. Y ahí estuvimos, de uno a otro, dándole a los pinchos y al tinto, pasamos muy buen rato. Uno de ellos lo llevaba una rumana muy maja que nos invitó a unas sidras. Le hicimos fotos y nos pidió que se las enviásemos. Así lo haremos Verónica :)
En un ratito vimos como cuatro despedidas de solteros, todos disfrazados a cual más original. Unos iban de Blancanieves y los 7 enanitos.
A las 10 menos 10 salímos disparadas como la Cenicienta ya que nos cerraban el albergue. Menudo ambiente más majo había. NOS HA ENCANTADO SALIR DE PINCHOS POR LOGROÑOOOO!!!!
Quisimos volver a salir a comprar algo de beber en nuestro encierro, pero nuestro segurata venido a menos no nos dejó. Así que nos quedamos hablando con nuestras amigas catalanas y el del albergue que se quería ligar a una de ellas.

Y se acabó, amanecimos y nos vinimos para la estación de autobuses después de desayunar con las catalanas, salíamos a las 10.30


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MOTIVOS:

El peso de la mochila
El dolor
El calor
La lluvia
El viento
El asfalto
La tierra
Las piedras
Los ríos
La multitud de flores
Los campos de trigo
Los bosques lluviosos
Las personas
Los lugares
La soledad
La risa
El vino
El pacharán

Todo esto forma parte del camino y por lo tanto ha merecido la pena.

Besos campeona
Besos para ti mi Miniyo